Con celebraciones eucarísticas, se conmemoró la Fiesta de San Josemaría Escrivá, fundador y primer Gran Canciller de la UDEP. En Piura y Lima se recordó su llamado a la santidad en la vida ordinaria.
Por Lucy Vicente Chamba y Luis Delgado Rivadeneyra. 27 junio, 2025.La Ermita de la Sagra Familia de Campus Piura y el Jardín Central de Campus Lima de la Universidad de Piura fueron los escenarios en los que más de 870 personas (trabajadores, alumnos egresados y amigos de la UDEP) celebraron la festividad el 26 de junio. Esta coincidió con el aniversario 50 de la partida al cielo de san Josemaría, el “santo de lo ordinario”.
Amor y caridad
En Lima, presidió la misa el padre Ángel Gómez-Hortigüela, vice Gran Canciller de esta casa de estudios, quien celebró junto a los capellanes Juan Armas y Ricardo Bazán. Hubo más de 270 asistentes.
El padre Gómez-Hortigüela recordó a San Josemaría como el ‘transmisor’ del mensaje de Dios y exhortó a todos vivir la caridad. “No se trata de ser santos perfectos. La santidad que nos pide el Señor es la capacidad de amar con la gracia y libertad que nos brinda. Con esa gracia de Dios, debemos amar a los demás, reconociendo las debilidades y propósitos de mejora de cada uno”, expresó.
Asimismo, invitó a vivir el amor a Dios, no como un amor lejano o platónico, sino como un amor humano, que se demuestre en detalles concretos de cariño al prójimo, cumpliendo los mandamientos y realizando el bien.
“Dios cuenta con nosotros”
En Piura, la celebración eucarística la presidió el padre Luis Andrés Carpio, capellán de la Facultad de Derecho, acompañado de los padres Miguel Arce y Gino Falen. Más de 600 personas estuvieron en la ermita del campus, desde las 7 de la noche.
El padre Carpio destacó que San Josemaría invita a “parecernos a Jesús, en nuestro trabajo y acciones del quehacer diario. Él afirmaba que la razón por la que el Señor nos ha creado es para ayudarlo a cultivar su creación. Dios cuenta con nosotros para sacarla adelante”, dijo. Agregó que en esta misión es importante partir de la búsqueda y propósito de mejora personal.
En otra parte de la homilía, subrayó que el fundador de la UDEP enseñaba a ser hijos de Dios, a quien “le gusta que le llamemos papá y que nos ama como el mejor papá que quiere a su hijo. Esta es una verdad en la que descansa todo el cristianismo: creer que Dios nos quiere como un padre amoroso, como hijos únicos”, explicó.
Finalmente, el padre Carpio recordó que san Josemaría predicó sobre la importancia de escuchar y dejarse guiar por Dios. “Dejemos que suba a la barca de nuestra vida, y eso no solo es escuchar, sino remar mar adentro. Cada vez que le decimos que sí, a pesar de estar cansados, Dios hace milagros, y desde ahí Él dirigirá”, aseguró.
Melodías del Coro UDEP
Las celebraciones eucarísticas de Lima y Piura contaron con el acompañamiento del Coro UDEP. En Lima, bajo la dirección de la profesora Astrid Aguilar, sus catorce integrantes interpretaron piezas como “Lauda Jerusalem” de José María Beovide, “Ten piedad” de Eusebio Goicochea, “Gloria” de Francisco Palazón, entre otras.
En Piura, los 26 integrantes del Coro UDEP, bajo la dirección del maestro Luis Chávez, ofrecieron un repertorio variado que incluyó “Canticorum Júbilo” de Georg Friedrich Händel, “Si me falta el amor” de Francisco de Palazon, “Anima Christi” de Marco Frisina y “Ave Verum” de Mozart. Asimismo, el público asistente apreció las creaciones y arreglos musicales del maestro Chávez con las canciones como “Kirye Eleison” (Señor ten piedad), Gloria, Santo y Agnus Dei.


















